¿
JUEGA LA ECONOMÍA A LOS DADOS
?
Uno
de los libros más difundidos sobre la (ya cada vez menos) novedosa teoría del
Caos es el libro de Ian Stewart, profesor de matemáticas de la universidad de
Warwick, ¿Juega Dios a los dados?. En él de forma ágil y amena se presenta
una evolución de las matemáticas desde sus orígenes hasta la actualidad,
centrándose lógicamente en la segunda mitad del siglo XX, momento en que con
la llegada de los computadores ha sido posible ir poco a poco construyendo una
radiografía del esqueleto del caos.
En
el manual Stewart deja claro los objetivos del libro y las conclusiones a las
que llegará al finalizar el mismo. Así, él considera que <<
caos>> no es lo mismo que aleatorio, y que áquel se da cuando un sistema
determinista (es decir, no aleatorio) se comporta de forma aparentemente
aleatoria.
Los
objetivos del libro son:
a)
Explicar el concepto
matemático de <<caos>>.
b)
Demostrar que el modelo matemático
del caos (o habando con más propiedad, los sistemas dinámicos no lineales) es
capaz de modelar la realidad.
Stewart
también presenta una teoría hermana a la del <<caos>>, la teoría
de la complejidad. Si la teoría del caos nos dice que los sistemas simples
pueden comportarse de forma muy compleja, la teoría de la complejidad nos dice
que sistemas complejos se pueden comportar de forma simple.
Quizás
la mayor utilidad económica de estas nuevas teoría se encuentre en:
a)
La capacidad de predicción
de variables económicas.
b)
La explicación de la utilidad o
inutilidad de la política económica.
En
cuanto a la primera cuestión,
si somos fieles a los planteamientos de Stewart, la predicción de
cualquier variable económica es viable en el corto plazo pero
nunca en el largo. Que existen diferencias entre las previsiones económicas
realizadas por sesudos economistas y la realidad, es algo que cualquier profano
en la materia conoce perfectamente (desviaciones entre las tasas de crecimiento,
tipos de interés, inflación,...
reales de las previstas copan
los medios de comunicación habitualmente), pero fruto de que la economía
es una ciencia social, no experimental, nunca sabremos
si el problema son
los modelos econométricos utilizados por los economistas, las presiones
políticas para publicar determinados resultados, o sencillamente el “efecto
mariposa”.
Que
las predicciones económicas se rigen por sistemas dinámicos caóticos
deterministas en el sentido en que los entiende Stewart, es algo que tiene altas
probabilidades de ser correcto, pero que difícilmente lo llegaremos a saber por
la imposibilidad de repetir nuestros experimentos en un laboratorio también es
cierto.
Pero
todavía podemos afinar más, y si somos capaces de calcular el exponente de
Liapunov que afecta a nuestro sistema dinámico, seremos capaces de conocer como
influyen los errores del efecto mariposa en
nuestro sistema, y por tanto saber si debemos descartar para siempre los
intentos de la previsión a largo plazo o no. Si el citado exponente superase el
uno, los pequeños errores iniciales por despreciables que pareciesen crecerían
de forma exponencial, tenemos efecto mariposa, abandonemos la predicción a
largo plazo, el sistema es caótico, pero si fuese inferior a la unidad los
pequeños errores decrecen, nuestro sistema no es caótico.
La
segunda cuestión está quizás más relacionada con el famoso efecto que
apadrinó el meteorólogo
Edward Lorenz que la primera, al igual que en la meteorología en la
economía influyen gran número de variables, que finalmente se traducen en un
crecimiento del PIB, de la inflación, variaciones en las distribuciones de las
rentas, etc. Si aceptamos que el aleteo de una mariposa puede modificar el pronóstico
del tiempo en el largo plazo, también la decisión de cada familia individual
sobre consumir, ahorrar, que consumir, cuando y como, puede tener efectos
“huracanados” para un pías.
Si ésto fuese cierto ¿es útil la política económica a largo plazo
de nuestros gobiernos? o ¿una vez qué la mariposa ya ha aleteado las
medidas de política económica son inútiles o perjudiciales en algunos casos?
Dos comentarios se pueden hacer a esta cuestión, uno es optimista y el
otro lo es menos:
-
Según Stewart el efecto
mariposa existe, pero no será capaz (normalmente) de alejar al sistema de su
atractor, es decir, el aleteo de la mariposa no va a crear el huracán, este se
iba a
producir, pero si la mariposa aletea o no afectará al lugar y momento en que se
produzca. Esto deja abierta la posibilidad a que la economía efectivamente se
mueve por las leyes de los grandes números, el consumo de todos los españoles,
la inversión en bienes de capital y
las exportaciones de todas las empresas españolas, ..., y la
particularidad de cada uno de los agentes económicos individuales podría
retrasar, o adelantar los objetivos económicos en el largo plazo, pero no ser
capaces de desviarlos extraordinariamente.
-
Desgraciadamente
la historia también nos demuestra que en algunos casos las políticas económicas
modernas, no son capaces de sacar del estancamiento o recesión a algunos países.
El ejemplo actual más contundente lo tenemos con Japón, ejemplo de capitalismo
y de disciplina en la aplicación de las
políticas económicas, no consigue, desde hace más de una década sacar
a su economía de la atonía. Se puede buscar las explicaciones que se deseen,
burbuja inmobiliaria, crisis bancaria,..., pero la realidad deja patente que las
medicinas que los organismos económicos pertinentes le aplican, no le hacen
mejorar su salud.
Desgraciadamente
esto me permite darle la vuelta al análisis anterior; podría ser que la economía
tienda hacia su atractor inexorablemente, y que realmente nuestras políticas
económicas sean
el efecto mariposa. Si esto fuese cierto, podríamos hablar del fin de la
política monetaria, fiscal, etc.
Aceptar
este planteamiento supondría aceptar a la economía como una fuerza natural
imposible de ser domada por el hombre (como no lo es un río cuando decide
desbordarse) por muchas riendas que decidamos crear. El propio Greenspan, tan
alabado hace unos años y tan criticado en la actualidad por no haber sido capaz
de evitar la creación de la burbuja tecnológica (en algunos medios de Internet
se le conoce como “burbuja Greenspan”), ha declarado públicamente que hay
variables y situaciones del capitalismo que un banco central no puede nunca
controlar.
Los
fractales en la economía:
Una
de las características más popular y llamativa de la nueva matemática es la
de los fractales, figuras geométricas que se caracterizan porque si fuésemos
capaces de realizar un “zoom” observaríamos que están compuestas a su vez
por figuras exactamente similares a la inicial.
¿Qué
figuras geométricas presenta la economía?
Normalmente
las figuras económicas son representaciones de series temporales, y dentro de
éstas las más populares son los gráficos bursátiles. ¿ Hay fractales en los
gráficos bursátiles?
Una
de las teorías para invertir en los mercados es la del análisis
fundamental (análisis económico, estudio de la marcha de las
empresas,...) la otra el análisis técnico (el estudio de los gráficos).
Dentro del segundo método existen distintos tipos de análisis, el chartista
(buscar figurar concretas del gráfico para tomar la decisión), el técnico
propiamente dicho (usar instrumentos estadísticos para invertir) y el análisis
basado en las ondas de Elliott (o en el fractal inestable de Elliott).
Si
existen las citadas ondas o no es algo discutible, si permiten predecir la
evolución futura de los mercados también, pero que el gráfico bursátil es un
fractal creo que es innegable, sino tómese un gráfico semanal, y encontrará
impulsos y correcciones muy similares a las que podría encontrar en un gráfico
diario, y en uno intradiario de 60 minutos y en uno intradiario de 5 minutos.
Si aceptamos que las bolsas anticipan la salud económica y política de una sociedad, me temo que el gráfico de las economías sería un fractal. Lógicamente también es posible que todo esto no sea más que elucubraciones fantasiosas.
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