ACERCANDO GENERACIONES: las nuevas tecnologías de la información al servicio de la tercera edad

 

Oscar del Alamo, analista Instituto Internacional de Gobernabilidad

oscar.delalamo@iigov.org

 

Aunque Internet parece reservada al público joven se está produciendo en el mundo entero una fuerte tendencia basada en una mayor participación de otras franjas de población como la de la tercera edad. En este sentido, podemos decir que la edad promedio de los usuarios de Internet ha subido mucho y que éstos están “madurando”. Así pues, de un modo progresivo, la red se agranda e involucra a personas de edad avanzada.

 

Por tanto, cada vez es menos extraño, especialmente en los países desarrollados, ver a las personas mayores frente a un computador navegando por Internet y buscando información para desarrollar su creatividad o comunicarse con otros; en resumen, para sentirse más vivos y más útiles, porque aunque son los que más tarde han accedido a la red, son los que más rápido están aprovechando las ventajas que les ofrece.

 

Para comprobar este fenómeno basta sólo con atender a ciertos datos. Por ejemplo, cada vez más ancianos estadounidenses se conectan a Internet, principalmente para utilizar el correo electrónico, según un informe de la firma Media Research ( 1 ) ( GSM Box, 2001 ). Otro estudio, realizado también en Estados Unidos, ha mostrado que los ancianos usan Internet más que los jóvenes; el estudio en cuestión nos indica que el 69% de la población anciana en Estados Unidos se conecta a Internet durante el día, en comparación con el 56% de toda la población ( Diario Ti.com, 2001 ).

 

En otros países del mundo, también podemos destacar importantes progresos. Por ejemplo, sólo en el último medio año, el número de los internautas de la tercera edad de China se incrementó en un 55% ( 2 ). Además, una reciente encuesta publicada por una compañía informática de Shangai demuestra que el 60% de los ciudadanos de la tercera edad locales desean aprender a navegar por Internet, mientras que el 73% indicaron que esperan conectarse lo más pronto posible ( Nuevo Beijing, 2001 ).

 

Las expectativas que acompañan a estos sorprendentes avances se ven acompañadas por el apoyo de estudios como los de Forrester Research, que preveen que en el 2003 el 27% de los usuarios de Internet tendrán una edad superior a los cincuenta años y en el 2010, los internautas “maduros” serán 100 millones en Europa.

 

Sin embargo, no todas las posturas se han mostrado tan optimistas. Así, otro informe, realizado en Londres por un grupo de auditoras de Internet, anuncia que Internet ha fracasado a la hora de captar internautas de la tercera edad. Según el informe, los internautas de la tercera edad no utilizan Internet, pero no por falta de interés. El 89% de los mayores de 60 años nunca han navegado por la Red, aunque sólo un 2% se considera demasiado mayor para ello. De hecho, el 58% de los “no iniciados”, explicaron que no tenían acceso a un ordenador ( La Empresa.net, 2001 ). Además, estas fuentes no han olvidado subrayar que los ancianos de los países pobres, tendrán menos oportunidades y recursos para lograr la conectividad que, de por sí, puede resultar compleja incluso en algunos de los países más avanzados tecnológicamente. Ante esta realidad, muchas de las recomendaciones convergen en propuestas de instalación de puntos de acceso a la red en lugares públicos como centros comunitarios, oficinas de correos y estaciones de tren donde se promueva el aprendizaje de informática y la navegación por Internet.     

 

1.Ofreciendo acceso

 

Desde España, en muchas comunidades autónomas se han iniciado proyectos destinados a la provisión de acceso a las nuevas tecnologías, y en especial a Internet, para el sector de la tercera edad. Así, en la Comunidad Valenciana, en 1997, nacía “Infoville”, un proyecto consistente en dotar a la localidad de Villena de la infraestructura necesaria para que sus habitantes pudieran acceder a un gran número de servicios sin moverse de casa, a través de una gran Intranet. En el proyecto aparecía la iniciativa “InfoSenior”, para que las personas de la tercera edad pudieran beneficiarse también de las ventajas que proporcionan las nuevas tecnologías. Esta iniciativa de la Generalitat Valenciana pretendía enseñar a los mayores de 65 años los principios básicos de la navegación a través de la Red. Con esta intención, la Conselleria de Bienestar Social puso en marcha los Cursos de Informática para mayores. Para tener una idea del éxito logrado puede destacarse que, durante el curso del 2001, 240 mayores asistieron a las Aulas Infosenior de los Centros Especializados de Atención a los Mayores ( CEAMS ) creadas para impulsar la formación de la tercera edad a través de la informática. Además, estas aulas se enmarcan en las actuaciones previstas por el Gobierno Valenciano en el Plan de calidad Asistencial Gerontológico, con el objetivo de impulsar la formación de conocimientos informáticos a este sector de la sociedad, al mismo tiempo que pretende fomentar la capacitación del manejo informático para facilitarles la adaptación social ante los avances tecnológicos.  

 

Por otra parte, en el País Vasco, ha surgido el Plan Konekta zaitez ( Conéctate ), mediante el que se han dedicado 400 millones de pesetas, durante el 2001, a abrir locales públicos para que sectores como los de la tercera edad pudieran acceder y aprender los conceptos básicos de Internet ( El País, 2001 ).

 

De otro lado, la Diputación de Álava, el Centro Europa y la asociación Las Cuatro torres han puesto en marcha un plan de acceso a la informática para la tercera edad. Los cursos, de 24 clases, están dirigidos a un grupo de 60 mayores de Vitoria-Gasteiz y localidades circundantes. En la misma línea, una iniciativa similar ha sido lanzada por el ayuntamiento de Getxo y el Hogar de Romo. Cada curso durará dos meses y contará con dos clases semanales de dos horas de duración.

 

En Madrid, ya a principios de 1999, el Ayuntamiento pagó la conexión a la Red de los ancianos como método para combatir la soledad. Así, se pagaron ordenadores y conexión a Internet a los ancianos de 21 distritos madrileños a través de los Centros de Mayores, con la ayuda de Telefónica, Caja Madrid y la ONG mensajeros de la Paz, que gestionó la iniciativa llamada “Mayores Internautas Solidarios”. Durante ese año, más de mil mayores participaron en esa iniciativa ( Diario del Navegante, 1999 ). Estos contaron ya con una página web y correo electrónico para informarse de los servicios que demandaban y a los que pudieron acceder desde los 21 centros con los que contaban en Madrid y también desde la Concejalía de Servicios Sociales, su departamento de Mayores, la residencia Santa Engracia y los Apartamentos Municipales para Mayores. Además del acceso se ofreció instrucción a los mayores en el uso del ordenador e Internet en cursos de 65 horas.

 

Siguiendo los pasos de esta iniciativa, durante el pasado año, los ancianos de la localidad madrileña de Alcobendas pudieron ponerse al día en las nuevas tecnologías y la navegación por Internet gracias al Aula de Informática del Hogar Municipal del jubilado. El objetivo de este aula era el de impulsar el papel activo de estas personas en la sociedad actual dando respuesta a las nuevas necesidades creadas.

 

El gobierno de las Canarias no se quedaba atrás y lanzaba, este año, la Ciberguagua, una iniciativa con la que el Plan Canarias Digital pretende extender el conocimiento e interés por Internet y las nuevas tecnologías a todos los municipios del Archipiélago. Las ciberguaguas, están equipadas con 10 ordenadores con líneas de alta velocidad, web cam y videoconferencia. A través de este proyecto, de 13 meses de duración, se familiariza a los ciudadanos con Internet y aplicaciones como el correo electrónico, el chat, la videoconferencia o el comercio electrónico, entre otras. Ya han recibido formación, a través de esta iniciativa, 3.000 personas entre las que han tenido una gran relevancia las de la tercera edad.

 

Desde Cataluña, la Fundación La Caixa era la pionera a la hora de poner en marcha un proyecto de enseñanza de informática para mayores. En 1996 comenzó a funcionar un plan piloto y, ante el éxito obtenido, decidió ampliarlo. El curso constaba de lecciones sobre navegación por Internet y uso del correo electrónico.

 

Pero los avances no se quedaban ahí y, en junio del pasado año, el Departament d´Universitats, Investigació i Societat de la Informació de la Generalitat presentó un proyecto piloto para facilitar a la gente de la tercera edad el acceso a Internet y el correo electrónico, a través de la televisión. Así, “Clica TV” ponía a disposición de la gente mayor un descodificador, un teclado inalámbrico y un mando a distancia que se conectarán a la televisión y a la línea telefónica para que el usuario navegue por Internet y reciba o escriba correo electrónico.

 

La Federación d´Associacions de Gent Gran de catalunya ( FATEC ) que colaboró en el proyecto repartió el equipo informático por 42 municipios catalanes y, por otro lado, la residencia para gente de la tercera edad de Sant Hilari Sacalm ( en Gerona ) dispuso de quince de estos equipos para que fueron utilizados por los residentes. Así con este sistema, los usuarios podrán ver la televisión y utilizar Internet al mismo tiempo.

 

Otras comunidades autónomas han decidido sumarse a esta dinámica. Así, en Murcia encontramos el Plan de Infocentros del Noroeste, financiado por la Comunidad Autónoma, desarrollado por la Fundación Integra y la Agencia para el Desarrollo de la Comarca del Noroeste. Con estos centros se pretende poner al servicio de los ciudadanos las ventajas y recursos que aportan las nuevas tecnologías y contribuir, de este modo, al acercamiento a la sociedad de la información. Mientras, en Extremadura, la Consejería de Educación, Ciencia y Tecnología ha puesto en funcionamiento a 32 centros en los que se disponen de computadoras y se disponen cursos de alfabetización tecnológico en los que, lógicamente, tienen cabida los sectores pertenecientes a la tercera edad.

 

Junto a estas iniciativas desarrolladas en cada comunidad, el gobierno ha elaborando un ambicioso programa para incorporar las tecnologías de la información y las comunicaciones a todos los ámbitos económicos y sociales. Para ello, se ha diseñado la iniciativa estratégica denominada “Info XXI. La Sociedad de la Información para todos” en la que se considera esencial el evitar las condiciones de “informarginalidad”, por lo que se ha prestado una muy especial atención a los colectivos con necesidades específicas como los de la tercera edad.

 

Fruto de este propósito, en septiembre del 2001, la ministra de Ciencia y Tecnología, Ana Birulés, presentó el Plan de Alfabetización Digital, un programa para acercar Internet a todos los ciudadanos. Así, el Gobierno puso en marcha en octubre unos cursos de formación dirigidos a todos los mayores de 16 años que deseen familiarizarse con el manejo del ordenador y la utilización de navegadores y programas de correo electrónico.

 

Este conjunto de propuestas han tratado de dar respuesta a las demandas de las personas mayores que destacaban la falta de recursos para poder realizar un buen aprendizaje sobre los nuevos canales de comunicación y la dificultad para adquirir los equipos que dan acceso a ellos.

 

No obstante, a pesar de los buenos resultados que han obtenido y están obteniendo las estrategias señaladas, se ha optado por mecanismos de carácter alternativo para lograr la inserción de los colectivos de la tercera edad en la Sociedad de la Información. Así, por ejemplo, se han realizado llamamientos a las empresas para que cuando actualicen sus equipos informáticos donen los antiguos a asociaciones de gente mayor y a otras instituciones sin recursos que se dedican a labores de carácter social. Sin embargo, este tipo de iniciativas no pueden compararse a aquellas de origen propiamente público e institucional y sus resultados se limitan a algunas ayudas de carácter puntual. No obstante, los beneficios obtenidos en países como Estados Unidos hacen que no se pierda la esperanza en cuanto a este tipo de contribuciones.

 

2. Más allá de los contenidos

 

Solventar los problemas de acceso y aprendizaje otorga la oportunidad de gozar de la riqueza que ofrece la red. En este sentido, existe ya una buena cantidad de webs pensadas y dedicadas a los mayores. Entre sus contenidos podemos encontrar no sólo noticias y salud sino también muchas referencias a actividades lúdicas y de ocio. Todo ello aparte de foros y chats para que las personas de la tercera edad puedan conocerse y relacionarse entre ellas, para hablar sobre temas que les puedan resultar interesantes. Por ejemplo, ya en 1998 podían encontrarse cerca de 6.000 documentos en castellano en la Web, que contenían información sobre gente mayor y actividades relacionadas con ellos ( SOI, 1998 ).

 

No obstante, una gran parte de la tercera edad sufre los avatares provocados por el paso de los años y esto puede afectar a la capacidad de disfrute de los contenidos que se hallan en la red. En este sentido deben solventarse algunos obstáculos técnicos a los que deben los colectivos de la tercera edad deben enfrentarse en su deseo de acceder a Internet. Es necesario adoptar medidas para contabilizar y eliminar estos obstáculos si deseamos cumplir el objetivo de garantizar a los ciudadanos una sociedad que ofrezca las mismas oportunidades para todos. 

 

Los diseñadores de páginas web pueden fácilmente eliminar la mayoría de los obstáculos que impiden el acceso a las mismas siguiendo normas simples relativas al contenido, a la estructura y a la codificación del sitio. Desgraciadamente, estas técnicas ni se conocen bien ni se aplican de manera sistemática.

 

La Comisión Europea adoptó, con fecha 25 de septiembre 2001, una comunicación sobre la mejora de la accesibilidad a los sitios web públicos. Con ella se pretende adoptar y aplicar instrucciones que permitan que Internet sea más fácil y accesible para las personas de la tercera edad. 

 

A pesar de las limitaciones físicas, la mayor parte del colectivo de la tercera edad podría acceder a cualquier “website” si se respetaran unas reglas básicas de diseño y accesibilidad.

 

Ante la actitud de la Comisión Europea, la asociación World Wide Red Consortium  ha publicado una serie de pautas destinadas a ayudar a los proveedores de información del sector público y a los diseñadores de páginas web para lograr que un sitio web sea accesible al mayor número de personas de la tercera edad que pueda sufrir algún tipo de impedimentos.

 

Entre los requerimientos principales destacan:

 

-         Las imágenes, animaciones y mapas de imagen deben contar con textos alternativos que expliquen sus contenidos, de forma que cualquier software de lectura sea capaz de leer la información.

 

-         Los elementos multimedia deben tener subtítulos y transcripciones de los textos leídos.

 

-         Los textos deben estar organizados en unidades enteras con sentido, evitando partirlos en varias páginas.

 

-         Las tablas y gráficos deben tener una explicación escrita.

 

-         Los textos deben validarse con programas especializados.

 

El coste de la aplicación de estos criterios de accesibilidad en el diseño de una página web es escaso si se tiene en cuenta antes de su realización. Tampoco es muy alto si se trata de un trabajo de reorganización.

 

Al adoptar estas instrucciones, la Comisión desea volver los sitios web más accesibles a los ancianos, de acuerdo al plan de acción “e-Europe 2002”, entre cuyos objetivos específicos está el de garantizar que las personas de la tercera edad puedan beneficiarse plenamente de las nuevas tecnologías y de Internet. Por el momento, los progresos realizados en lo que se refiere a la accesibilidad de la Red y las mejores prácticas en los Estados miembros son seguidas por un grupo de expertos encargado de la accesibilidad en Internet para todos. Este grupo se creó en el marco del plan de acción “e-Europe” y fue bautizado como “eAccessibility para todos”.

 

3. No sólo simples ventajas

 

La tercera edad puede encontrar en Internet todo un abanico de posibilidades: desde una actividad entretenida, que muchas veces puede funcionar como elemento motivador o un lugar de encuentro y suplir sentimientos de soledad, pasando por las posibilidad de mantener una comunicación diaria con hijos y nietos que viven lejos, desarrollar algún tipo de contacto, estudios o intercambio de experiencias, hasta el importante hecho de que la red puede ser, literalmente, el cable a tierra que conecte a muchos mayores con la sociedad.

 

Pero nuestros mayores, a la vez, teniendo en cuenta las incapacidades físicas que antes destacábamos, pueden beneficiarse de que la tecnología de la información esté lo suficientemente avanzada para satisfacer otras necesidades como es el caso de las cuestiones médicas que, ahora, ya pueden atenderse a distancia. Con el envejecimiento que se prevé en la población española, el mayor del mundo, según los especialistas, la asistencia a los mayores ha de dotarse de todos los medios que la tecnología brinde para conservar la calidad de vida que se reclama para este colectivo.

 

Bajo estos parámetros, el grupo de investigación BET ( Bioingeniería, Electrónica y Telemedicina ) de la Universidad Politécnica de Valencia ha desarrollado una aplicación de telemedicina con la que realizar consultas médicas mediante videoconferencia.

 

Además, el grupo BET, actualmente, trabaja en un sistema de telecuidado en el hogar e irá dirigido a personas de la tercera edad que hayan desarrollado algún tipo de trastorno físico o mental. Estos tendrán en casa una televisión, una cámara de videoconferencia y un terminal de toma de datos vitales al que se podrá conectar un oxímetro, un estetoscopio, un medidor de presión, un electrocardiograma y un medidor del volumen respiratorio.

 

Por su parte, Cruz Roja dispone desde finales del pasado año un terminal de telemedicina, derivado del proyecto europeo Safe 21. El aparato se coloca en casa del usuario y éste, de manera sencilla, se toma las constantes vitales básicas – tensión arterial, electrocardiograma, temperatura, pulso, ritmo respiratorio y saturación de oxígeno en sangre.

 

Así, ancianos que tienen dificultades para salir de sus casas pueden continuar con sus revisiones habituales a través de las teleconsultas y reconocimientos virtuales. En este sentido, además de optimizarse el tiempo y costes, también se facilita la independencia y comodidad, respetando su autonomía y se permite mantener la comunicación con los médicos a cualquier hora y en cualquier parte del mundo.  

 

Estos avances se suman a los logrados por la implantación de la Red Multimedia de Teleasistencia Geriátrica en 1999. La red permite a las personas mayores seguir un tratamiento a través de sus ordenadores personales conectados entre si por una Intranet.

 

Esta red se caracteriza por disponer de una estación básica de telemedicina con la que realizar telediagnósticos, videoconferencias, teleinformación, teleterapía y telemantenimiento. Esta red permite la transmisión de voz, datos, imágenes y video de manera que las funciones ofrecidas por la estación de telemedicina permiten la creación de contextos clínicos, el tratamiento de imágenes, la transmisión de expedientes y exámenes médicos, la videoconferencia, la seguridad en los datos del paciente, la teleterapia cognitiva para mayores y enfermos de Alheimer e incluso la musicoterapia, ya que la estación dispone de salida de música de alta definición.

 

Otra de las ventajas que ofrece esta red es la posibilidad de recibir las consultas del médico en línea mediante videoconferencia, lo que permitirá al paciente ver al médico e incluso hacerle llegar las pruebas clínicas evitando los desplazamientos.   

 

Para que todo esto sea posible, deben atenderse las demandas ya existentes por parte de organizaciones, que representan las necesidades de los ancianos, para que éstos dispongan de acceso a servicios de Internet de banda ancha. El despliegue universal de la banda ancha mejoraría no sólo la calidad y el carácter asequible del cuidado de la salud, sino que facilitaría las opciones de aprendizaje, crearía empleos y facultaría a las personas de la tercera edad a interactuar con el gobierno, entre otras. En la medida en la que se avance en este terreno será más patente el papel que las nuevas tecnologías desempeñan en cuanto a la mejora de la calidad de vida de los ancianos.

 

4. Innovaciones sorprendentes

 

Los problemas físicos han dejado ya de constituir un problema para que los mayores empleen las nuevas tecnologías. En estos momentos, se está trabajando en una nueva generación de ordenadores que será capaz de interpretar los gestos, y colectivos como el de los ancianos, pueden convertirse en uno de los principales usuarios. Estas nuevas generaciones de ordenadores inteligentes podrán reconocer e interpretar una serie de gestos de la cara o la cabeza del usuario. De este modo, se están desarrollando programas de ordenador que permiten prescindir del teclado y del ratón. Así, el ordenador verá los gestos y expresiones del rostro del usuario y responderá en consecuencia. Además, como la comunicación se basa en software, el usuario podrá definir con el ordenador su propio vocabulario.

 

El sistema, en resumen, es capaz de interpretar simultáneamente las imágenes captadas por una cámara digital conectada al ordenador y, gracias a un digitalizador secuencial, interpreta los movimientos y crea modelos de comportamiento.

 

Las implicaciones de esta técnica son muy amplias y, de hecho, se están empleando para crear entornos inteligentes adaptados a las necesidades y circunstancias de los colectivos de la tercera edad.

 

Por otra parte, las personas de la tercera edad no tendrán que esperar demasiado para disfrutar de las comodidades de una vivienda totalmente conectada en red. Así, se podrán controlar todos los elementos del hogar con un mínimo esfuerzo físico y sin depender de otras personas. En la región californiana de Silicon Valley son cientos las construcciones con este tipo de facilidades, que cada persona podría incluir según sus necesidades.

 

Por otra parte, en Oregón ( Estados Unidos ), se está experimentando con prototipos de vivienda inteligente que utilizan ordenadores que ayudan a mantener a la gente con vida asistida su independencia. Esta invención, pensada para personas de edad avanzada con alguna discapacidad o minusvalía, emplea las nuevas tecnologías de la información, pues, para que el entorno se adapte a ellos y no tengan la necesidad de acudir a residencias.

 

Este tipo de tecnologías inteligentes funcionan por sí mismas y no necesitan ningún tipo de aprendizaje para su uso. A una persona le gusta seguir siendo independiente y cualquier tecnología que lo permita es aceptada de inmediato. En este sentido, los dispositivos que ayudan a vivir en el propio hogar, entender el entorno y hacer que la vivienda sea más segura son adecuados y útiles para la tercera edad.

 

5. Combatiendo falsos mitos

 

Algunos comentarios acerca de las experiencia de los mayores en el uso de las nuevas tecnologías han planteado que éstos, los que se introducen en el uso de ordenadores, poseen, en su mayoría, edad geriátrica joven y niveles de escolarización y socioeconómicos altos.

 

Ante tales teorías, en 1991, en Cuba, comenzó una experiencia piloto en el Club de Computación “Turbo” de Colón, Provincia de Matanzas, que proponía introducir en el adulto mayor las técnicas de computación. Los seleccionados tenían una edad media de 72 años.

 

Además de cumplir el objetivo principal que se proponía desarrollar una correcta relación manipulativa, los adultos mayores se relacionaron con la máquina, accesorios de ésta, así como la acción y el funcionamiento de las teclas. No se presentaron signos de agotamiento mental y visual y el nivel de aprendizaje promedio fue calificado como medio-alto.  Se logró hacer uso de la máquina sin ayuda auxiliar y el nivel de autonomía fue calificado como bueno.

 

Los resultados de esta experiencia han demostrado que cuando se favorece, dosifica y planifica el acercamiento y la introducción, las variables edad, formación escolar y status socioeconómico no son determinantes. Por supuesto que la variable formación escolar, profesión anterior o entrenamiento previo influyen en que se alcance un mayor nivel de aprendizaje, pero esto no anula la posibilidad de aprendizaje y desarrollo de potencialidades.

 

En este sentido, también quedó demostrado que la informática es un medio útil para la realización de actividades de promoción y prevención de salud.

 

Otra de las falsas leyendas sobre el uso de las nuevas tecnologías por parte de la gente mayor puede encontrarse en documentos como diversas tesis elaboradas en universidades californianas que estudiaron por qué la gente mayor no usaba Internet. Las tesis se basaban en que la informática la enseña gente joven a gente mayor, de manera que si Internet fuera enseñada de gente mayor a gente mayor, la gente mayor entraría en Internet.

 

Manuel Castells, en el seminario “Aprender a aprender en la Sociedad de la Información”, celebrado en Madrid en el 2000, se mostraba partidario de los programas de alfabetización tecnológica en los que los niños enseñan a sus abuelos a manejar Internet. Así, hacía alusión a los buenos resultados obtenidos por una experiencia finlandesa en la que los niños mostraban a sus abuelos el manejo de Internet o el intercambio cultural realizado por un grupo de escolares barceloneses, que exhibían las posibilidades de la red a sus abuelos, mientras éstos les cuentan cómo era la ciudad hace años.

 

En el mundo empresarial las teorías presentadas en contra del aprendizaje de manos de generaciones más jóvenes también hallan respuesta. Tal es el caso de General Motors que colocó a los operarios más jóvenes junto a los mayores, procurando un aprendizaje cruzado. Unos aportaban la capacidad de manejo de las nuevas tecnologías; los otros, su conocimiento del trabajo y del negocio. De esta forma se logró un rápida incorporación de nuevas tecnologías a los procesos industriales.

 

Todo este conjunto de falsas leyendas puede contrastarse teniendo en cuenta, simplemente que hoy el segmento de población de los niños y el de los ancianos son los que más crecen en la red. Así, han quedado destruidas las hipótesis que, a  mitades de la década de los 90, hablaban de una especie de “apartheid” generacional y que empezaron a difundir que algunos sectores de población, fundamentalmente los mayores, nunca podrían tener acceso a ese mundo raro de las nuevas tecnologías, un mundo desconocido y para muchos lleno de exigencias de nuevos conocimientos que no estarían a su alcance.

 

6. Breves reflexiones

 

El ritmo de vida más lento que caracteriza la ancianidad puede ser un factor de aislamiento en una sociedad trepidante, pero puede ser a su vez un elemento para relacionarse con las nuevas tecnologías desde la novedad de un espacio temporal más relajado.

 

Hemos comprobado que Internet no sólo vive una expansión geográfica “horizontal” hacia países nuevos y franjas de rédito más bajas, sino que también vive una expansión “vertical” hacia franjas de edad cada vez más altas, hasta llegar a la tercera edad. Una expansión que seguirá aumentando si atendemos a pronósticos como los de Nicholas Negroponte quién asegura que, después de los niños, los más “enganchados” a la red son o serán los jubilados porque tienen más tiempo para aprender y navegar.

 

La gente mayor es cada vez más autónoma y llega a esa edad con mayor capacidad. Una jubilación laboral no implica jubilar la vida. Si la vida lleva consigo la incorporación a las nuevas tecnologías los mayores pueden hacer uso de ellas y comunicarse a través de nuevos medios como Internet que, a fin de cuentas, deben estar al servicio de todos los grupos sociales sin generar nuevos focos de exclusión.

 

La red es siempre un lugar de encuentro, de comunicación, de intercambio de experiencia y contactos. Justamente éste puede ser precisamente el terreno sobre el cual las personas de la tercera edad pueden encontrar un rol de utilidad hacia ellos mismos y hacia los demás dado el gran patrimonio de experiencia y sabiduría que atesoran y que los actuales sistemas sociales no han sabido encontrar aún la manera para utilizarlos.

 

Las personas mayores que han accedido a la red son las que más tarde lo han hecho en comparación con personas de menor edad. Pero también es cierto que son las que más rápido pueden apreciar ahora las ventajas. En este sentido, la edad no es un impedimento para acercarse a las computadoras. Muy por el contrario, la informática y las nuevas tecnologías pueden aportar grandes beneficios para los mayores en los aspectos neurológico, emocional y relacional.  

 

A pesar los avances desarrollados aún quedan asignaturas pendientes. Básicamente, se debe seguir trabajando para que la red siga adaptándose a los colectivos de la tercera edad, hacerse atractiva a ellos, y motivarlos a continuar como asiduos usuarios de sus espacios y servicios. Además, teniendo en cuenta que las personas de la tercera edad son las que más utilizan los servicios públicos, los gobiernos deben sentirse obligados a asegurarles el acceso a Internet en tanto esta nueva tecnología puede constituirse como fuente de un mayor bienestar y calidad de vida.

 

7. Referencias

 

Diario Ti.com. “Internet, popular entre ancianos” [ en línea ]. 12 de septiembre, 2001.

http://www.diarioti.com/noticias/2001/sep2001/15195311.htm

 

Diario del Navegante. “Internet para combatir la soledad” [ en línea ]. 11 de enero, 1999.

http://www.el-mundo.es/navegante/99/enero/11/soledad.html

 

El País. “Euskadi gasta 22.000 millones en llevar Internet a colegios y hogares” [ en línea ]. 26 de julio de 2001.

http://www.ciberpais.elpais.es/d/20010726/cibersoc/soc4.htm

 

GSM Box. “Internet conquista a los ancianos en Estados Unidos”. 25 de mayo, 2001.

http://es.gsmbox.com/news/mobile_news/all/42744.gsmbox

 

La Empresa.net. “Un informe revela el fracaso de Internet a la hora de atraer a los internautas de la tercera edad”. 2001.

http://www.laempresa.net/noticias/2000/0012/20001204_28.htm

 

Nuevo Beijing. “Jubilados chinos interesados en navegación por Internet”. 19 de abril, 2001.

http://www.beijing-2008.org/solympic/news/0419-2.shtm

 

SOI. “Las personas mayores también están en red”. Boletín Semanal nº 29. 11-17 de diciembre, 1998.

http://www.ua-ambit.org/soi/estaedsu29.htm

 

 

( 1 ) Aunque pocos ancianos estadounidenses se conectan a otras actividades de Internet ( diferentes del correo electrónico ), están aumentando los que manejan sus inversiones, hacen compras o planes de viaje o simplemente navegan por páginas que proporcionan información sobre el clima, salud y pasatiempos, según el propio informe.  La encuesta fue realizada entre 4.335 estadounidenses de la tercera edad. Una vez conectados, el 93% de los mayores dijeron utilizar el correo electrónico, el 58% encontraron informaciones sobre su ocupación favorita, el 55% leyeron noticias, el 53% realizó búsquedas en el sector sanitario y la misma proporción dijo haber navegado para distraerse. El 56% de los internautas mayores de 65 años dijo que la Internet había mejorado sus conexiones con los miembros de la familia, ya que el correo electrónico había permitido aumentar el contacto con sus hijos. 

 

( 2 ) Entre sus actividades prioritarias en Internet se incluyen la lectura de noticias, recibir y enviar mensajes electrónicos, buscar informaciones sobre sus aficiones, como antigüedades, jardinería, salud y las artes, y hasta efectuar negocios de bolsa vía Internet.